Siempre ha sido objeto de estudio y discusión de los agentes de la justicia encontrar el castigo justo para una mala acción. Es de entender que el castigo y la falta deben estar relacionados de forma proporcional. El principio conocido del "ojo por ojo" o "cortar la mano al ladrón" son muestras antiquísimas de soluciones categóricas.
Evidentemente cuando se trata de justicia, la proporcionalidad, sea directa o inversa puede resultar una verdadera sinrazón.
Por ejemplo, si a un delito de asesinato le corresponden 20 años de prisión, cuando una persona comete un asesinato múltiple, una condena de 200 años parece más corresponder a un libro de ciencia ficción.
Y sin llegar a los tribunales, también se puede reflexionar sobre la idoneidad de las evaluaciones escolares. Un no suficiente o una matrícula de honor son conceptos claros, pero ¿qué quiere decir un 5?, ¿qué el alumno sabe la mitad?...¿Cuál es la proporcionalidad entre trabajo realizado y notas? Aquí el profesorado también precisa matizar y aclarar los criterios para asignar una nota final que evoque de alguna manera el nivel alcanzado.
La evluación debe valorar el éxito y no medir el fracaso.
Adaptación de un texto de Claudi Alsina.
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