A estas alturas ya es más que evidente que las matemáticas aparecen en un sinfín de fenómenos naturales, llegando a pensar los que somos creyentes que es el lenguaje de programación con el que Dios diseñó inicialmente y reestructura continuamente cada uno de los fenómenos que ocurren a diario.
En la Cornell University, un grupo de investigadores han desarrollado técnicas de análisis matemático para analizar como la mosca de la fruta reestructura su vuelo ante mínimos cambios nerviosos o turbulencias en el aire. Entre las conclusiones a las que han llegado, cabe destacar que existen un grupo de neuronas de la mosca que resuelven problemas matemáticos, o lo que para los humanos serían problemas matemáticos.
Para desarrollar la investigación, los miembros del equipo de la Cornell - Itahi Cohen, Z. Jane Wang, John Guckenheimer, Tsevi Beatus y Leif Ristroph pegaron pequeños imanes a las moscas para moverlas de un lado a otro y grabaron en vídeo las reacciones de la mosca, analizándolas posteriormente siguiendo modelos matemáticos.
Según el Dr. Cohen, el sistema nervioso de la mosca recibe información sobre la velocidad con la que cambian los ángulos de su vuelo - arriba, abajo, hacia los lados o girando sobre un eje - y por cuánto tiempo ha ocurrido el cambio.
Los resultados de estos estudios se podrán utilizar, con seguridad, en el diseño de nuevas herramientas de vuelo de las aeronaves que transportan diariamente a millones de personas alrededor del planeta.
Puedes seguir leyendo: Artículo completo en el New York Times
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